Cuando su compañero aparece muerto con signos de haber sido torturado por la mafia de la droga, el agente de la DEA Art Keller, emprende una feroz venganza. Encadenados a la misma guerra, se encuentran una hermosa prostituta de alto standing; un cura católico confidente de ésta y empeñado en ayudar al pueblo, y Billy «el niño» Callan, un chico taciturno convertido en asesino a sueldo por azar. Narcovaqueros, campesinos, mafia al puro estilo italo-americano, policías corruptos, un soplón y un santo milagrero conforman el universo de esta historia de traiciones, frustración, amor, sexo y fe sobre la búsqueda de la redención.
Una trama vertiginosa y absorbente, repleta de sangre, narcos mexicanos, nacionalistas irlandeses, implicaciones políticas internacionales, torturas, venta de armas, alta tecnología. Un universo en sí misma.
La novela transporta al lector de los suburbios de Nueva York, a San Diego, de los desiertos mexicanos pasando por el río Putumayo en Colombia hasta un violento desenlace final.
Opinión personal: Lo primero que me gustaría dejar claro es que se trata de un libro duro, muy duro. Si el lector es de los que se mete en la historia es imprescindible "tener mucho estómago", en otro caso lo mejor sería irse a lecturas menos incómodas.
El estilo es muy directo, en ocasiones demasiado para mi gusto. Pero hay que reconocer que con ese estilo consigue imprimir a la novela un ritmo trepidante que a mi me enganchó.
No había leído nada de Winslow y seguro que dentro de algún tiempo me pondré con otro de sus libros, pero por el momento tengo que desintoxicarme del mundo de drogas, asesinatos, mafias y malos malísimos. Gracias a Gloin (Luis) por la recomendación.
Valoración personal: 3,5 sobre 5.
